Fic 'La Fundación', Capitulo 39 por V-Team

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Fic La Fundación  Capitulo 39
por V Team

Imágenes: Elena

Todavía ni yo misma me explico lo que pasó. Las imágenes llegan a mí como ráfagas borrosas. Siento el cuerpo adolorido y es un poco molesto tener que prescindir de una de tus extremidades, sobre todo cuando eres diestra. Me duele un poco la cabeza, pero no sé si es por el golpe o por tanto pensar. Me pareció que Lena sabe lo que pasa entre Rob y yo. 

 No pude evitar ponerme nerviosa cuando me dijo que Rob regresaría de París en cuanto supo lo que me pasó. Por otro lado nunca le comenté a Rob las sospechas de Berta y Fina, seguro que sus sospechas ahora quedarán confirmadas si Rob se presenta aquí en Guadalajara a donde nada se supone tiene que hacer.

“Rob por favor no vengas, las cosas se complicarán”, pienso. Por otro lado, lo extraño tanto, en realidad no hay cosa que desee más después de recuperar a Mía que ver a Rob. Nada más verlo seguro que me haría olvidar el dolor. Tal vez es mejor así, un día tendré que vivir sin él, esto no será para siempre, eso solo sucede en las películas.

Luego de que el médico en turno me informará que sería dada de alta por la tarde, Lena llega para informarme que están gestionando mi egreso del hospital.

-Ya no tendrás que permanecer mucho aquí, es cosa de unas horas. Pero vaya que nos has dado un buen susto, menos mal que ya estás bien.

-Y no sabes cómo lo siento, ha sido una tontería, todavía no me explico qué pasó. 

-Así son los accidentes. Difícilmente se pueden explicar. Y le pudo pasar a cualquiera de nosotras. Pero… estoy casi segura que Rob no hubiera volado 12 horas para ver a otra que no fueras tú.

En ese momento confirmo mis sospechas, Lena lo sabe. Mi cara se pone como un tomate que además ha sido hervido. Trago saliva, la situación me pone por sorpresa y no sé qué decir.

-Lena esto no es…

-¿Lo que yo pienso? Claro que no, es lo que es y no voy a juzgarte, sé que ninguno lo planeo, simplemente sucedió. 

Las palabras de Lena me tranquilizan, temía tanto por la reacción de todas en la Fundación.

-Rob me contó todo. Oh, no creas que él no es un caballero, lo es, yo lo presioné, tenía sospechas sobre ustedes y me preocupaba que las cosas no acabarán bien, así que cuestione a Rob y sólo me lo confirmó –lo que me dice me sorprende –“V” simplemente no quiero que ninguno de los dos sufra.

-Es lo que menos deseo, créeme no quiero causarle ningún tipo de daño a Rob, no quiero afectar su vida ni su carrera. Me he preocupado cuando me has dicho que piensa regresar desde París. Lena, si crees que puedo afectar a Rob, estoy dispuesta a dejar la Fundación y acabar con todo esto.

-¿Estás loca? Eso sí que lo lastimaría. No vuelvas a mencionarlo –me dice Lena tajante, pero luego me sonríe. Mira, tal vez tengas que irte algún día pero no así ¿de acuerdo? –Asiento –Las cosas siempre caen por su propio peso. 

-¿Alguien más lo sabe?

-No de mi boca o de la de Rob, aunque creo que también sospechan. Pero eso es lo de menos, estoy segura que no lo desaprobarán pero tal vez será mejor que dejemos así las cosas, al menos hasta que vengan las nuevas y tú y Rob decidan lo que harán.

Me sonrojo de nuevo.

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-¿Vendrán chicas nuevas?

-Sí, el trabajo en la Fundación es cada vez más y necesitamos una mano. Luego de lo que has vivido y este incidente, no sé… tal vez quieras mudarte a otro país donde puedas vivir más tranquila cuando encuentres a tu hija.

-¿Otro país? –pregunto sorprendida y divertida al mismo tiempo –No, creo que no podría vivir en otro sitio, me sentiría extraña lejos de mi tierra, me encanta viajar, pero ¿irme definitivamente?, no lo sé.

-Bueno, es una posibilidad. En fin… pasaremos la noche en Guadalajara y regresaremos a Cancún mañana.

En ese momento alguien llama a la puerta, mi corazón se pone a mil por hora cuando lo veo entrar, quisiera dar un salto y abrazarlo pero Lena sigue aquí.

-Finalmente llegaste –le dice Lena a Rob con una sonrisa.

-Sí.

-Bien, los dejo para que hablen –dice y sale de la habitación.

Rob está tan guapo como es su costumbre, pero el rostro se le nota cansado.

-Te prometí que regresaría pronto –me dice y creo que voy a llorar, se sienta junto a mí en la cama y me toma la mano.

-Rob lo lamento tanto. No debiste interrumpir tu trabajo por venir hasta acá.

-No interrumpí nada, ya había terminado. Y no tienes nada que lamentar, no fue tu culpa. Me preocupe tanto… –dice apretándome la mano, se inclina un poco hacía mí y acaricia mi mejilla suavemente –¿Cómo te sientes? 

-Estoy mejor, ya casi no duele, pero tengo que tener inmovilizada la mano por algún tiempo.

-Pasará pronto. Lo importante es que estás bien –se aclara la voz –Me asusté mucho.

En ese momento ya no me puedo contener más, empiezo a llorar desconsoladamente al tiempo que me arrojo hacia adelante para abrazar a Rob con mi mano libre.

-Me asusté tanto con los disparos, tuve tanto miedo de no volver a verte a ti o a Mía –digo mientras Rob me sostiene entre su brazos y me hace sentir tan reconfortada.

-Ya pasó todo nena. Pronto estaremos en casa.

Mi ángel acaricia suavemente mi espalda mientras yo me voy calmando. Dejo de llorar pero me aferro muy fuerte a su camiseta con mi mano izquierda, hundo más mi cara en su pecho, no quiero que me suelte. Él lo sabe y comienza a cantarme al oído mi canción.

Cuando estoy más calmada, Rob acomoda mis almohadas y me recuesta suavemente. Es muy tierno y me hace sentir tan protegida.

-Me haces tanto bien –le digo sonriendo.

-Y tú a mí. Una de las peores cosas que me pueden pasar es perderte, no poder estar contigo todo el tiempo me enferma. Pero esto es parte de mí, de mi carrera. Tengo que luchar con esto.

-Nunca te reprocharía eso.

-Lo sé, pero deseo que comprendas una cosa, aunque esté lejos de ti, mi mente y mi corazón están siempre contigo, pensando en ti y extrañándote, tan solo queriendo estar de nuevo contigo –mientras Rob dice esto el rostro se le ilumina y sus ojos tienen un brillo especial –no quiero presionarte –dice y saca algo de su bolsillo –pero quiero que sepas que mi corazón es tuyo, solo tuyo, late, vive, ama y sufre solo por ti. Esto es solo una representación y espero que la aceptes, no la rechaces por favor.

Las palabras de Rob me ponen muy sensible, ha tocado mi alma. Pone un pequeño saquito en mi mano, mi mano lastimada no me permite abrirlo, él lo abre y lo pone sobre su mano invitándome a sacar lo que hay dentro. Introduzco mis dedos pulgar e índice en el costalito y saco una delicada joya. 

Es un corazón parece un diamante y seguro que es muy fino, pero no puedo rechazarlo, no después de lo que acaba de decirme.

-Es hermoso.

-Es mi corazón y quiero que lo lleves siempre contigo –toma la cadena de entre mis dedos y lo pone alrededor de mi cuello.

-Te amo.

-Y yo a ti.

Luego me da un tierno beso cuidando de no tocar la herida de mi labio.

***

Hace dos días que regresamos de Guadalajara. Creí que las cosas se complicarían y cuestionarían a Rob por haber venido, pero nada ha pasado. Supongo que están seguras que Rob se preocupa por todas, yo estoy segura de eso también, como el día que Ani se lastimo el pie. De cualquier modo guardo mi corazón bajo la blusa, aún no quiero que lo vean. 

Rob no ha estado mucho conmigo ya que las chicas muy amables se la pasan en mi cuarto cuidándome, en turnos pues todas tiene cosas que atender de la Fundación, ya les dije que no es necesario, que me siento mejor, salvo por mi mano inmóvil, estoy bien y puedo valerme por mí misma aunque con dificultad. El médico recomendó reposo por unos días pero no me dejan ni bajar a comer. Dolores me trae los alimentos hasta la habitación. 

-En serio, ¡necesito caminar!

-De acuerdo –dice Maca –puedes bajar a cenar y mañana intenta tener actividades normales pero no te esfuerces mucho.

-Gracias, gracias –le digo feliz y cansada del encierro.

Sorprendo a todos en el comedor listos para la cena, Rob me sonríe desde la cabecera y mi alma se llena de dicha con su hermosa sonrisa. Tenemos una cena agradable y comentamos sobre la llegada de las nuevas integrantes.

Al siguiente día tengo menos vigilancia, doy paseos cortos por la playa y ando por la casa. Por la noche Rob por fin llega, me visita en mi cuarto. Sé que me desea tanto como yo a él.

-Tengo mucho miedo de lastimarte pero al menos quiero estar contigo.

-Creí que nunca vendrías –digo luego de un suspiro.

-Te necesito –dice y se acerca para besarme.

-Auch

-¿Te lastimé? –dice con un poco de angustia.

-Solo un poquito, es tan terrible ni siquiera poder besarte. 

-Espero pase pronto porque me muero por tenerte.

Reímos, me besa con dificultad y luego de un rato nos quedamos dormidos.

***

Luego de unos días, me quitan la férula de la mano pero mi dedo permanecerá inmóvil por unos días más. La herida de mi labio ha cerrado por completo y los moretones han desaparecido. He vuelto por completo a mis actividades de la Fundación. Como todas estamos ocupadas Rob ha tenido tiempo de escribir y revisar algunas propuestas que tiene pendientes.

Por la tarde recibiremos a las tres chicas nuevas, dos españolas y una argentina. Esta vez ha sido Berta la elegida para recibirlas en el aeropuerto. 

Todas esperamos en la estancia, mientras que Rob espera en el despacho donde hablará con ellas. Berta cruza la enorme puerta de cristal y hace pasar a las nuevas. Inmediatamente reconozco a la chica que conocí en el aeropuerto, la que Rob quiere para su guardaespaldas, es muy guapa y con un cuerpo atlético. 

-Bienvenidas a La Fundación –dice Lena y luego nos presenta a cada una. 

Luego Berta da un paso adelante para presentarnos a las chicas.

-Ella es Samira –dice Berta tocando en el hombro a la chica, también es muy guapa, tiene ojos color miel y el cabello castaño.

-Es un placer.

-Mi compatriota P. –dice Berta presentando a la chica de en medio, es hermosa, con una piel muy blanca y preciosos ojos verdes.

-Un gusto –dice un poco tímida.

-Y al último pero no menos importante otra compatriota ella es…

-Pueden llamarme Agente 8:56 –dice completamente desinhibida y no puedo evitar sonreír ante su presentación. 

-Perfecto –dice Lena –¿están preparadas para conocer a nuestro benefactor?

...CONTINUARA...