domingo, 18 de noviembre de 2012

FIC IRINA '50 Sueños de Verano' Relato 10 "Desconocidos en San Sebastián (1ª parte)"

FIC 10 DE IRINA,  PUBLICAREMOS LOS DIAS LUNES
Aviso sobre los FICS, sobre todo dirigido a las chicas más jóvenes que nos leen ya que aparecerá contenido sexual explícito, con palabras y situaciones (Lemons). Personas impresionables fácilmente y de mente no abierta dejamos a vuestra conciencia la decisión de leerlo o no.

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FIC-IRINA  50 Sueños de Verano'
Capitulo X "Desconocidos en San Sebastián (1ª PARTE)"
por IRINA (Irene Mendoza)

Mi último sueño ha marcado un antes y un después porque ha sido de lo más extraño dormirme en mi propia fantasía. He tenido la sensación de que en mi el sueño y la vigilia se confunden y no sé si tengo que empezar a preocuparme porque me parece que cada vez me cuesta más despertar. O es que no quiero hacerlo.


* * *
Estoy en San Sebastián, está claro el escenario, frente al palacio Kursal, donde se celebra el festival de cine que a finales de septiembre tiene en vilo a la pequeña y bonita capital guipuzcoana y camino por sus alrededores, junto al mar.
Veo romper las olas contra los inmensos cubos de piedra que frenan al siempre impetuoso mar Cantábrico y de pronto una ráfaga de aire voltea una tarjeta plastificada que no me he percatado que tengo en la solapa haciéndola caer al suelo. La recojo y leo mi nombre y apellidos. Es una acreditación como periodista.
Todavía estoy intentando asimilar que significa esto cuando recibo una llamada. Saco mi móvil del bolso y respondo. Es Alaitz pero… ¿por qué mi amiga me llama en mi sueño?
Al parecer me hago pasar por periodista de una revista de moda y gracias a mi amiga, que trabaja en la productora que retrasmite el festival para una televisión local, he conseguido acreditación para estar en una de las ruedas de prensa del festival, la más esperada, la de la película de Rob, primicia del festival.
Miro el reloj. Según Alaitz la rueda de prensa comienza en media hora en el hotel Mª Cristina, donde se alojan las estrellas de cine. Me doy cuenta de que es casi la hora y  echo a correr como una loca para cruzar el puente sobre la desembocadura del río Urumea, en dirección al antiguo palacio.
Llego toda sofocada y despeinada. Me atuso el pelo y me repinto los labios mientras me abro paso entre una multitud de periodistas cámara en ristre. Yo ni siquiera tengo una. Me meten en el salón de conferencias a empujones y me cuelo sin problemas hasta asomarme a la primera fila. Alaitz ha sido muy clara por teléfono, es mejor que pase desapercibida para no meterla en problemas, así que no hablo con nadie pero no me resisto a estar frente a Rob.
El ambiente se nota tenso o soy yo que estoy nerviosa. A todos nos han repartido una sinopsis de la película que protagoniza Rob para David Cronenberg y una breve biografía del director y su actor fetiche. Son las 11 de la mañana y doy por hecho que el director canadiense y mi actor adorado están a punto de aparecer.
Me leo rápidamente la sinopsis de la película: un papel complejo, mucho diálogo, algo de sexo, violencia, las señas de identidad de Cronenberg. Miro la fecha de filmación, ¡2019! Mi sueño me ha hecho viajar en el tiempo esta vez. Menos mal que yo soy la protagonista y para mí no pasan los años.
Paso a leer la biografía de Rob: Un merecidísimo Oscar en 2016 con su segunda película con Cronenberg, “Map to the starts”. Hablan de él como actor consagrado de 34 años y del giro que experimentó su carrera tras rodar a las órdenes del canadiense en 2011.
El presentador de la rueda de prensa entra y comienza a hablar: <<Buenos días, el director y el señor Robert Pattinson aparecerán en breves momentos…>> y yo me pongo histérica pero intento disimular. Advierte que nada de preguntas personales que nos ciñamos a las estrictamente profesionales. De pronto aparece Nick Frenkel por una puerta lateral, el eficiente representante de Rob, el de siempre. Se pone a hablar con el presentador de la rueda de prensa y luego se queda en un discreto segundo plano.
Varios periodistas que están a mi lado comentan en voz baja mientras rebusco en mi bolso para apagar mi móvil descubro que llevo un cacharro maravilloso último modelo con el que puedo grabar toda la entrevista. Me dispongo a ponerlo en marcha y mientras escucho:
-       Hay más periodistas que en Venecia – dice uno.
-       Es raro, los agentes de Pattinson suelen ser muy estrictos – responde otro.
-       Sí, ese tipo nos odia. Es de estos que intentan tener vida privada - se ríe con sorna un tercero.
-       Ya podéis ser serios, breves y nada de preguntas comprometidas porque os ponen en la lista negra – agrega el primero.
En ese momento aparece David seguido de Rob y de un intérprete y la prensa comienza a sacar fotos y más fotos. Yo empiezo a grabar. Rob saluda, sonríe y se sienta no sin antes subirse los pantalones, unos chinos de color azul oscuro. Las preguntas se inician para David Cronenberg pero ya solo tengo ojos para Rob que va bien afeitado, con una americana azul marino y una camisa azul claro con los dos primeros botones desabrochados. Trago saliva, no puedo asimilar de golpe tanta belleza. No ha cambiado, me digo. Le imaginaba así desde siempre. En mi sueño él tiene 34 años pero continúa con sus gestos del inicio de su carrera. Y aunque su estilo se ha vuelto más maduro y asoma alguna arruga de más cuando gesticula o sonríe sigue teniendo esa misma mata de pelo indomable de color cobrizo que atusa nervioso entre sus largos dedos.
Rob abre la botella de agua que tiene sobre la mesa, junto al micrófono y da un trago haciendo que mi boca se abra sin querer al fijarme en sus labios al beber. Rob en estado puro. Inspiro y me doy cuenta de que me mira un instante y bajo la cabeza pero vuelvo a levantarla enseguida porque no puedo resistir no mirarle. Estoy nerviosa y me tiemblan las manos, no puedo apartar mis ojos de él, de cada gesto o cada inflexión de su voz.
El responde con una sonrisa a cada pregunta, mirando a los ojos, con paciencia y pensando la respuesta pero no demasiado. Cuando la pregunta no va dirigida a él observa y escucha con atención y se toca con disimulo los pelillos que le asoman por la camisa, justo bajo el cuello, en la parte superior de su pecho y yo me derrito. Tengo que volver a respirar hondo, no lo resisto. Me mira de nuevo y esa mirada me altera de tal manera que se me cae el grabador de las manos. Menos mal que cae sobre mi bolso, tendido a mis pies y no armo mucho escándalo pero Rob está atento a cada movimiento porque vuelve a mirarme con sus grandes y dulces ojos grises. Yo le miro y noto como me ruborizo sin remedio. El me sonríe. ¿Me sonríe a mí? Lo más probable es que le haya hecho gracia mi patosa manera de atraer su atención sin proponérmelo.
Me paso todo el resto de la rueda de prensa hipnotizada por esos ojos que tiene y le descubro un par de veces más mirándome de reojo, ¿o es mi imaginación?

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El tiempo pasa deprisa y la rueda de prensa concluye con saludos del director, un educado <<gracias>> de Rob y otro revuelo de cámaras y flashes. Me levanto medio atontada y le sigo con la mirada hasta que se pierde por la misma puerta por la que entró seguido de su director y de Nick. Me quedo allí, de pie, sin poder moverme y me doy cuenta de mi respiración agitada y que estoy sonriendo como una boba. Salgo casi la última del salón de conferencia y solo cuando estoy en la calle y la brisa marina me da en la cara me espabilo y vuelvo a recuperar el control de mis piernas que aun parecen temblarme.
¿Y esto es todo mi sueño? No puede ser tan decepcionante. Me resisto a creer que esta vez no… Niego con la cabeza sumida en mis pensamientos. De pronto mi teléfono vibra en mi bolso. Es Alaitz. Le doy las gracias por todo, millones de gracias. Me dice que podemos quedar para salir esa noche a tomar algo, que le debo un par de copas. Quedo con ella en el mismo hotel Mª Cristina, en el bar, su casa no queda muy lejos de allí. Pienso invitar a cenar a mi amiga por todo lo alto.
* * *
Son las ocho de la tarde y entro en el Bar Dry del Hotel Mª Cristina con mis mejores vaqueros de marca, los que me hacen mejor culo, un top de lentejuelas con la espalda al aire, chamarra de cuero negra y taconazos. Un look muy roquero, el que más me gusta cuando salgo de marcha con amigas. Me he pintado bastante los ojos con khol negro y mi mirada parece muy felina y he soltado mi melena castaña ondulada dejándola caer por mi espalda. Me veo guapa y todavía estoy en una nube, sin poder apartar la imagen de Rob y su sonrisa encantadora de mi mente.
Me siento en una mesa y pido un vino tinto de los caros para ir haciendo boca. Pasan los minutos y Alaitz no aparece. Pido una segunda copa de vino y suena el móvil. Son casi las nueve, es Alaitz que va a salir del trabajo más tarde de lo previsto y no tiene canguro para la pequeña Eider. Adiós a mi noche de marcha por San Sebastián. Ya estoy pensando en marcharme para Bilbao cuando, de pronto, no doy crédito a lo que veo. Rob entra en el bar, se acerca a la barra, en voz baja pide algo que no alcanzo a escuchar y se sienta a esperar a que le sirvan. ¡Dios mío! En las distancias cortas es aun más atractivo. No, no solo eso, atractivo es quedarse corta, es bello, hermoso, se me acaban los sinónimos. Me quedo atónita estoy frente a él, mirándole anonadada y de repente me mira y yo me sujeto al asiento para no desmayarme de la impresión.
Ya no lleva la chaqueta pero sí la camisa azul claro con las mangas remangadas y una chamarra vaquera en la mano. Parece estar esperando. Bebe un poco de su copa y vuelve a mirarme, esta vez fijamente. De repente se levanta y viene… ¡hacia mí!
-       Perdona, creo que te conozco de algo pero… - dice mientras sonríe tímidamente y yo le miro estupefacta -. Ya sé que suena fatal, a la típica frase para ligar pero es la verdad. Me suele pasar en todas partes. Conozco a mucha gente y luego no sé de qué y no quiero que piensen que soy un completo engreído por no saludar.
-       Estuve en la rueda de prensa esta mañana – acierto a decir con los ojos como platos.
-       Oh, sí, se te cayó la grabadora – dice sentándose a mi lado.
<<Por dios, se acuerda>>, pienso e intento mantener la compostura.
-       Sí – sonrío tímida
-       Así que eres periodista – dice algo agobiado.
-       Bueno, en realidad… no. Me colé en la rueda de prensa para… verte.
Pone cara de susto. <<Ahora pensará que soy la típica fan acosadora y que le he seguido hasta el hotel>>.
-       Comprendo – se ríe con esa deliciosa sonrisa franca y espectacular, bajando un poco la mirada.
-       No es lo que piensas, no te he seguido en absoluto, de verdad. Es que quedé con la chica que… que me consiguió el pase y no ha podido venir – lo digo todo muy rápido, a  trompicones -. Le iba a invitar a cenar por el favor, a mi amiga. Por eso estoy aquí. Vive cerca del hotel y…
-       Te creo, te creo  Por eso no hiciste ninguna pregunta – sonríe y me mira fijamente -. Estuve esperando.
-       ¿Mi pregunta?

-       Sí – de pronto se pasa la mano por el pelo, nervioso, me mira y respira hondo -. ¿Te gustaría cenar conmigo?
-       ¿Yo? – digo con voz aguda.
-       Has dicho que te ha dado plantón tu amiga y… la verdad es que estoy invitado a cenar en un famoso restaurante vasco y… bueno, no me seduce la idea de ir con Nick. No me gusta comer solo. Preferiría ir contigo – dice de un tirón encogiéndose de hombros.
Lo dice de un modo tan tierno… Me quedo mirándole lo que creo es una eternidad, presa de sus ojazos.
-       Bien…sí – respondo en un susurro.
-       ¿Nos vamos? – sonríe levantándose primero.

(Continuará)

10 comentarios:

  1. Irina me encanta tu toque tan sutil que atrapa, eres excelente para escribir.. me encanta la calidad de tus relatos... Gracias.. me gusto mucho

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  2. hayyyyyyyy me quede esperando por mas excelente como siempre iri sos una genia!!! Giuli

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  3. Irina, excelente como siempre, coincido plenamente con Elena. Hace años que no voy a San Sebastián, pero te prometo, que leyendo el principio, he cerrado los ojos y me he visto paseando por La Concha y hasta olido el Cantábrico y sentido la brisa. También me he puesto cardiaca viendo a Rob con 34 tocánsode los pelillos, Jejeje.
    Elena, la foto última en blanco y negro me ha dejado para el arrastre, hoy voy a estar todo el día con una sonrisa tonta en la cara, no me la quito de la cabeza ¡QUE PERFECCIÓN DE HOMBRE! y aún no he llegado a Start de week.
    Besos
    Berta.

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  4. Wow,Irina!!!!, que estás haciendo con nosotras??!!!! Increible relato, taaaaaaantas miraditas, que manera de atraparnos y de querer estar ahi mismo...pero que buenas amigas que tienes!!! me encantó!!!, espero impaciente por la continuación...
    TE FELICITO!!!, se hace corto y dan ganas de seguir leyendo, pero esa sensación de que quede la escena ahí y que continue da un toque de ansiedad y de curiosidad que mata por que sea lunes otra vez y saber que sucederá...
    Elena, imágenes infartantes!!!, coincido con Berta con lo que nos provoca esa foto en blanco y negro de Rob...PERFECTO!!!!
    Slds a todas!!

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  5. Irina me gusta mucho tu manera de escribir te atrapa al instante me imagine a Rob en el bar guapisimo en persona debe de estar infartante!!!!
    nataly

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  6. IRINA GENIAL!!!!! ME ENCANTO!!!!!! QUIERO MASSSSSSS!!!!!!!!...... ROSY

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  7. IRINA, ME ENCANTA TU FORMA DE RELATAR LAS COSAS, COMO DESCRIBES A ROB, Y TODO LO QUE SUCEDE A TU ALREDEDOR, SOY MUY ROMÁNTICA Y AMO EL AMOR, SOBRE TODO SI ESE AMOR VIENE DE LA MANO DE ROB.
    MUY LINDAS IMAGENES ELENA, SIEMPRE TAN ACERTIVA.
    XIM.

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  8. Que manera de escribir tan natural, me gusta mucho como le diste ese giro a la historia y me quede con ganas de leer más la espera será larga.

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  9. TODO MUY BIEN EL RELATO PERO NOS HAS DEJADO EN SUSPENSE CON EL CONTINUARA NO CORTAR LOS RELATOS POR FAVOR,GRACIAS

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  10. Me muero......que Rob me invite a cenar, definitivamente me muero, mas bien moriré hasta el próximo Lunes, no sean malitas, que la segunda parte sea esta misma semana....jajajajaja

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