sábado, 28 de abril de 2012

FanFIC no.10 "El Estreno.Rob"


Por razones de la PROPIEDAD INTELECTUAL DEL AUTOR: Irene Mendoza dicho Fic comenzara a publicarse en este Blog a partir del Numero 9. Todo el contenido que en el exista pertenece únicamente a su autor. Relato basado en una Historia de Dominio Público.


POR SI SE PERDIERON LOS NUMEROS ANTERIORES

clic Aqui ---->FIC 9  FIC 8FIC 7FIC 6, FIC 5, 



FAN FIC NO. 10
EL ESTRENO.ROB
por Irene Mendoza


EL ESTRENO

Rob

8 de noviembre. Inicio de una promoción de 10 días que no nos iba a dejar ni un minuto de descanso. Entrevistas en prensa radio y televisión, fotos, más entrevistas, más fotos. Y lo único que yo esperaba era poder hablar con Kristen de lo ocurrido en Roma pero no tuve oportunidad de verla hasta el 15 de noviembre, a 3 días del estreno. Nos mandaban a Canadá para un programa especial. Kristen, Nikki, Rachell y yo. 

Por alguna razón del destino no conseguía estar a solas con ella pero yo tenía claro que algo había pasado en Roma, que habíamos cruzado la línea. Al parecer era algo que Kristen no estaba dispuesta a afrontar y eso me estaba matando.

La dejé en paz pero me moría por llamarla y oír su voz, por lo menos eso. <<¡No puede encenderme, qué digo, incendiarme de esa manera y desaparecer sin más! ¡No puede ser tan fría, es imposible>>.

Al principio se mostró distante, tímida. Ya había esperado demasiado así que opte por la opción más bestia. Estaba desesperado. Para entonces todas las revistuchas daban por hecho que andábamos liados así que durante esas entrevistas que hicimos juntos no desaproveche la ocasión de sacarle los colores con mis comentarios. Que si soñaba con ella, que si lo mejor de rodar Crepúsculo fue poder besarla, que si me presenté al casting solo para conocerla…

La mejor fue la entrevista que hicimos juntos con Stephenie Meyer. Kristen se mostró encantadora conmigo. Me alabó y casi me pongo colorado cuando dijo de mí que era muy buena persona y que no sabía mentir. La química regresó y hasta podíamos adivinarnos las respuestas pero justo al terminar se marchó sin darme tiempo a despedirme.

Pero mi bocaza siempre me ha metido en problemas, toda la vida y no iba a ser diferente ahora. En una de mis declaraciones públicas de amor por Kristen la entrevistadora mencionó al novio y yo bruto de mi dije: <<¿Y a quién le importa el novio?>>, con un gesto despectivo, cómo largándolo con la mano. Y claro, Kristen se mosqueó.


Por lo menos conseguí que reaccionara. Después de una entrevista con Catherine, Kristen me llamó y yo, iluso de mí, casi me pongo a dar saltos de alegría.

-          ¿Sí? Kristen, dime preciosa.
-          Tú no estás bien de la cabeza ¿verdad?
-          ¿Por qué lo dices? – pregunté divertido.
-          Por lo que andas diciendo en las entrevistas. ¿Pero qué te has creído Pattinson?
-          ¿Y contigo? ¿Qué pasó en Roma? – dije molesto.
Me sacaba de quicio. Niña caprichosa, voluble… divina.
-          Nada, que yo sepa.
-          ¡Ni tener la boca cerrada, joder! ¿Qué pasa contigo? – gritó.
-          ¿Y contigo? ¿Qué pasó en Roma? – dije molesto.
Me sacaba de quicio. Niña caprichosa, voluble… divina.
-          Nada, que yo sepa.

-          Eres increíble, preciosa. No paras de sorprenderme – dije sarcástico.
-          Rob, mira, creo que a partir de ahora deberíamos de mantener un trato estrictamente profesional.

Lo dijo sin titubear. Me reí lo más fuerte que pude pero no pude seguir con la farsa. Lo que acababa de decir me había hecho daño.

-          ¿Lo dices en serio?
-          Sí, no te rías.
<<¿Cómo puede ser tan fría?>>. De pronto sentí un dolor tan grande que mi voz tembló.

-          No me río, en realidad… no tiene ninguna gracia.
-          Rob…
No podía contestarle, de verdad que no podía. Tenía un nudo en la garganta y si hablaba ella se daría cuenta de que estaba a punto de llorar.
-          Rob, háblame por favor – me dijo con dulzura.

-          ¿Qué quieres que te diga, Kristen?
-          No te enfades conmigo. No podría soportarlo.
-          No puedo enfadarme contigo. ¿Es que no te das cuenta? – dije casi desesperado.

No contestó. Esperé a que lo hiciera. Estaba ahí pero no hablaba. Pude oírla suspirar o sollozar.
-          Kristen…
Y colgó partiéndome el alma.

-------------


Finalmente llegó el estreno de Crepúsculo. L.A., 18 de noviembre de 2008.
Todo me pareció irreal desde el primer momento. La limusina, el traje negro que estaba estrecho de pecho y de otra cosa, los focos que me cegaban, las fotos, los gritos. <<¡Dios , qué gritos!>>.


<<¡Muérdeme Edward!>>, gritaban chicas y mujeres de todas las edades. No podía oír nada, solo sus gritos. Unos gritos desgarradores y en una frecuencia desconocida para mí hasta entonces. El elenco de la película ya había llegado hacía rato y continuaban en la alfombra roja, firmando autógrafos sorprendidos: Taylor, que había crecido otra vez, Jackson y Kellan, bromeando, Anna y Rachelle… y Nikki que no paraba de hacerme señas y de dar saltitos.

No veía a Kristen por ninguna parte y aunque me imaginé que llegaría acompañada por Al Capone me daba igual, me moría por verla. Ya era hasta una necesidad física el tenerla cerca, verla tan solo, aunque no quisiera hablar conmigo. Catherine llegó, me tomó del brazo y me lo apretó histérica.

-          No he podido probar bocado en todo el día. Estoy tan emocionada… ¡Esto pinta bien, muy bien!

 ¡    Uf! Eso espero – dije mirando a un lado y a otro nervioso.

Clic en MAS INFORMACION para continuar el FIC

<<¿Dónde está?>>. Respiré hondo intentando aflojarme aquella ropa tan incómoda. <<Parece que voy de luto. Espero no marcar paquete porque sería tan penoso…>>. Mi madre me había dicho que no lo hacía pero yo me sentía… apretado. Cuando ya me había pasado la mano por el pelo como 200 veces el gentío comenzó a aumentar el volumen de sus gritos. Solo podía ser por Kristen.

Salió de la limusina resplandeciente pero seria. Yo sabía que estaba muerta de nervios, mi niña. Lo disimulaba como podía y sonreía entre asustada y tímida. Ni siquiera me fije en quién la acompañaba, que desapareció rápidamente, solo tenía ojos para ella. No sabía si tenía que hacerlo pero me dio igual, avancé a su encuentro. Llegó hasta mí y la recibí rodeando su cintura con mi brazo y mi mejor sonrisa, la más grande y sincera que he dado en mi vida. Ella me miró fijamente a los ojos, me sonrió y supe que todo estaba bien entre nosotros.

Kristen estaba espectacular, parecía más madura con aquel moño tan sexy que me dejaba admirar su largo cuello y su blanco escote. Creo que llevaba un vestidito corto del que no recuerdo el color solo sé que le sentaba de maravilla. La tenía agarrada por la cintura y no dejé de mirar sus ojos, su boca, su…, bueno, se me iba la vista a todas partes. Sobre todo hacia su escote, sus piernas y su lindo trasero.

-          Hola preciosa – susurré cerca de su mejilla -. El gran día ha llegado.
-          Sí, parecía que no iba a llegar nunca ¿verdad?
-          Estás… perfecta – le dije sin dejar de perderme en sus ojos verdes.
-          Tu también – dijo avergonzada.

Era tan dulce verla sonrojarse de esa manera que en ese momento sentí una ternura increíble por ella y la apreté un poco más a mi cuerpo. De repente me miró con cara apenada y bajó la cabeza.

-          Ya está olvidado – dije sonriéndole encantado de la vida.



-          Lo que te dije el otro día… olvídalo. Fue una chorrada. No iba en serio.
-          Ya está olvidado – dije sonriéndole encantado de la vida.



me en pa
------------

Ahora el que tenía los nervios desechos era yo. ¡Y no podía fumar para aplacarlos! Me estaba volviendo loco con tanto grito y tanto foco. Pero quería parecer tranquilo ante Kristen así que aguanté estoicamente.

Presenté a Kristen a mis padres. Todo parecía controlado. Pero supongo que tengo un límite, como todo el mundo. La tensión fue en aumento al entrar en la sala. Cuando comenzó a proyectarse la película yo ya no podía más. No podía seguir la proyección, me revolvía en mi asiento. Nunca me ha gustado vernkosings.files.wordpress Crepúsculo superó mis17jpeg_140vas. Llegó la escena del restaurante, me empecé a escuchar cantando “Never Think”. Aquella canción, el diálogo tan cercano a la realidad. Intenté aflojarme la corbata. Era cierto, no, no podía mantenerme alejado de ella, era imposible. Recordé como había sido el rodaje, siempre juntos, ella y yo, sus besos, su piel. <<Llevo casi un año enamorado de ella. ¿Qué digo? Si desde que la vi por primera vez no he podido apartarla de mi mente ni un solo día de mi vida. Y sin embargo…>>. Hacía calor, estaba sudando, el traje me apretaba y me sentía tan ridículo viéndome allí pintado de blanco, con las cejas depiladas… Intenté respirar hondo por enésima vez y no pude más. Me estaba ahogando. Tuve que levantarme y salir de allí. Me sentía enfermo, casi mareado. No me paré a pensar en la mirada atónita de Kristen, mi familia, Catherine, Nick, solo necesitaba escapar, tomar aire fresco, respirar.


Salí disparado hacia un pasillo, abrí varias puertas buscando la calle, angustiado, bajé por unas escaleras de incendios y llegué a un aparcamiento donde estaban todas las limusinas esperándonos. Todas me parecían iguales, intente abrir una, que para mi sorpresa no estaba cerrada y me metí dentro, recostándome en el inmenso asiento trasero. Eche la cabeza para atrás, cerré los ojos pero seguía escuchando los gritos de las fans retumbando en mi cabeza. Respiré hondo unas cuantas veces, abrí los ojos, me quité la dichosa corbata y me solté la camisa.

<<Te amo Edward, te adoro, muérdeme Edward, muérdeme>>. Todas aquellas chicas que decían amarme no me conocían de nada. ¡Estaban como poseídas, lloraban! Se hubiesen acostado conmigo todas si se lo hubiese pedido. Y sus madres, que las acompañaban a la mayoría, también. Era una locura absoluta. Y de pronto vino a mi mente el pasaje de un libro que había leído, “El perfume”. Era el terrible final de su protagonista, devorado vivo porque el gentío lo adoraban tanto que querían comérselo. Era una locura pero en aquel momento me pareció que aquello podía ocurrirme a mí y ese pensamiento me aterrorizó. Porque nada de lo que me estaba ocurriendo desde hacía tiempo tenía sentido.

De pronto se abrió la puerta y vi a Kristen. Estaba tan sorprendido que no pude articular palabra. La miré como si no la reconociera, como si no fuese real.

-          ¿Estás bien, Rob?
-          Eh… no, creo que no. No sé lo que me ha pasado pero tenía que salir de allí. No podía más.

-          Ahí dentro creen que te has vuelto loco. Nick sobre todo – dijo entrando y sentándose a mi lado.
line-height: 150%; mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;"> -          ¿Ha terminado la película?
-          Sí. Si quieres me quedo un rato, ¿o prefieres que te deje solo?
-          No, no quédate, por favor – supliqué.

Vale, no voy a irme a ninguna parte, tranquilo.
La miré desolado. Kristen me tomó la mano y su tacto y sus ojos verdes me calmaron al instante. Nos abrazamos sin decir nada y estuvimos allí un buen rato sin soltarnos.
-          Parece que el mundo se ha vuelto loco, ¿verdad? – susurré.
-         
-          Vale, no voy a irme a ninguna parte, tranquilo.
La miré desolado. Kristen me tomó la mano y su tacto y sus ojos verdes me calmaron al instante. Nos abrazamos sin decir nada y estuvimos allí un buen rato sin soltarnos.
-          Parece que el mundo se ha vuelto loco, ¿verdad? – susurré.
-          Sí, jamás pensé que esto sería tan… - dijo Kristen.

-          Grande.
-          Da miedo.
-          Mucho – sonreí.
-          Bueno, ahora sabes que todas las mujeres te aman.
-          ¿Todas? – reí.

Kristen se quedó callada. La miré a los ojos, bajó la mirada y se recostó sobre mi hombro.

-          Por una vez estás más nervioso que yo – susurró.

-          No son nervios exactamente – suspiré -. Todos esos gritos eran para Edward, no para mí. Aman al personaje, al vampiro. Yo solo soy… Rob y no me conocen de nada. Solo ven en mí lo que quieren ver.

Me miró fijamente, me acarició el cabello, enredando sus dedos en él y la besé. La besé sin pensar, sin remordimientos, por instinto y ella me respondió entregándome su maravillosa boca de la que yo ya era adicto. Lentamente, con dulzura, nos probamos saboreándonos sin prisa.

De pronto mi teléfono móvil comenzó a sonar en el bolsillo de mi chaqueta.
-          Es mi madre – susurré mirando el teléfono, sin apartarme de su boca.




CONTINUARA...

15 comentarios:

  1. hermosooooooooo!! mil gracias!! es fantastico.

    ResponderEliminar
  2. que maravilloso, no puedo esperar para el proximo , mil gracias

    ResponderEliminar
  3. Cuando van a pasar la continuación.no tarden

    ResponderEliminar
  4. jajajajja que lindo se besaron aa dios me encanto Kristen ya desaste de ese noviesillo por favor, Robert te ama. muchas gracias esperamos pronto leer mas. hay que hermoso es el amor ....

    ResponderEliminar
  5. simplemente genial!! por favor poner uno diario pq sino nos va a dar algo!!!
    Muchas gracias Irina!!!

    ResponderEliminar
  6. si pon el siguiente ya no tardes me encantan y has los mas largos estaria leyendolos todo el dia

    ResponderEliminar
  7. noo mejor dicho insisto me tienen atrapada no tardes irina en continuar!!!!!! ese romance me pone a suspirar jajaja

    ResponderEliminar
  8. ya quiero seguir leyendo estan genial por fa irina publicalos mas rapido

    ResponderEliminar
  9. Es hermoso... Irina eres genial... Muchas Gracias!!!

    ResponderEliminar
  10. Es mucho con demasiadoooo..... Es una obsesion!!!!!! Muy bien Irina... Es excelente!!!

    ResponderEliminar
  11. no tengo palabras solo decirte... HEEEERMOOOOSOOOO!!!!!! Irina serás la culpable de un colapso emocional, no tardes porfavor en subir el siguiente!!!!...

    ResponderEliminar
  12. dioosss mio! me provocaras un infarto con tanta emoción por esta perejita que adoramos!!!!!! no puedo esperar al proximo........

    ResponderEliminar
  13. irene esta historia me tiene conmocionada gracias por hacer que nosotros la conozcamos

    ResponderEliminar
  14. aaww .. me encanta ... eres una gran escritora

    ResponderEliminar
  15. hayy me encanta eres una gran escritora ... gracias por publicar el pos

    ResponderEliminar